Sergio Massarevisa su celular. Mira preocupado la situación de Mendoza; un incendio trastoca el humor del ministro de Economía de la Nación y candidato presidencial de Unión por la Patria (UP). Habla con el gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof, mientras comparten un mate. Apaga el cigarrillo; llama a Juan Manzur, el gobernador saliente de Tucumán, que mira a los militantes por los ventanales del tercer piso de la Legislatura. Es la oficina del presidente subrogante de la Cámara, Sergio Mansilla. Pone a disposición ayuda para la provincia cuyana antes de sentarse para dar la entrevista con LA GACETA.
Massa está convencido de que el 10 de diciembre reemplazará a Alberto Fernández en la Presidencia de la Nación, pero apenas lo dice, aclara “si es que los argentinos así lo deciden con el voto”. Dice que el dólar todavía está caro, pero que el año que viene habrá una apreciación para el peso argentino con el fin del efecto de la sequía y otras cuestiones que incrementarán el nivel de reservas del Banco Central (BCRA).
-¿Cómo se puede hacer una campaña en medio de un escenario de inflación, que carcome el poder adquisitivo de la sociedad, con problemas con el tipo de cambio y ahora con la falta de abastecimiento de combustible?
-Lo del combustible es muy claro. Las petroleras tienen beneficios impositivos para importar. Están batiendo récords de producción, con contexto internacional en el que el barril del crudo subió mucho. Y el barril criollo está mucho más barato porque lo establecimos para proteger a la gente. Si hoy no tuviéramos ese barril criollo, que es lo que plantea la oposición, hoy el litro de nafta debería estar en los $680, de la común. Frente a eso pasaron dos cosas. Uno, hubo un quiebre de stocks cuando se venían las elecciones y se hablaba de una devaluación al lunes siguiente. Después se preveía un segundo quiebre de stock porque vencía el congelamiento de precios y empezaron los cupos. Pero la exportación siguió.
-¿Por qué ahora la amenaza contra las petroleras?
-Lo que dijimos es que, si el martes a las 12 de la noche no está resuelto el problema, desde el miércoles no sale un barco más de petróleo de la Argentina. Porque primero, los argentinos; primero los argentinos. A mí me encanta que las petroleras argentinas ganen mercados, vendan, exportemos o fortalezcamos las reservas con exportaciones. Tienen un tipo de cambio diferencial para exportar.
-Entonces, ¿qué puede suceder hasta el 19 de noviembre, fecha del balotaje?
-Hasta el 19 de noviembre, cosas como estas van a suceder todos los días, como pasaba antes con el dólar, ahora como los dólares financieros se acomodaron, hoy pasan con otras cosas. Hay un poco de algunos sectores que quieren que la Argentina corra al Estado de la economía, con el consecuente impacto que eso tiene en la vida de la gente. El boleto de colectivo de Tucumán costaría el triple si el Estado no estuviese presente con subsidios. La luz costaría dos veces y media. Hay un informe de Santiago Yanotti (ex subsecretario de Energía Eléctrica de la Nación y hoy ministro de Obras y Servicios Públicos de Tucumán) que deja en claro cuánto pagarían de luz los usuarios tucumanos con el proyecto Javier Milei-Mauricio Macri. ¿Qué significaría esto para los jubilados que perdían el programa de medicamentos? Estas cosas (como el faltante actual del combustible) irán apareciendo hasta el 19 de noviembre y, por eso, tenemos que tener firmeza y fortaleza para que, de alguna manera, desde el 10 de diciembre que empieza mi gobierno los argentinos vivan sin estas tensiones.
-Sus palabras indican la confianza que tiene para ganarle a Milei en el balotaje…
-Eso lo decide la gente. Creo que es una elección en la que la nadie debe quedarse dormido, porque está en juego si la universidad será paga o gratuita; está en juego si el trabajador tendrá derecho a la indemnización o a sus vacaciones pagas o si pasa a ser esclavo. Para las mamás tucumanas está en juego si nos hacemos cargo de la lucha contra la inseguridad desde el Estado o vamos a la libre venta de armas. A cada mamá tucumana le propongo que su hijo lleve en la mochila una notebook y ellos proponen un arma. Me parece que es una diferencia sustancial de lo que queremos para el futuro de la Argentina.
-Si llega a ser Gobierno, ¿cómo hará para detener y hacer frente a la bola de nieve de deuda en pesos? ¿Seguirá la emisión monetaria para financiarla?
-No. El programa de emisión para el año que viene está planteado ya en el presupuesto. Se achica la cantidad de adelantos transitorios al Tesoro; vamos a déficit cero. Vamos, además, a un crecimiento de U$S 40.000 millones en las exportaciones. También se incrementará el nivel de inversión pública y tenemos que rediscutir el programa con el FMI. Macri se hace el distraído, pero nos dejó un clavo de U$S 45.000 millones y este año representó para la Argentina U$S 12.000 millones de vencimientos. Mientras nos faltan dólares, el clavo que dejó Macri nos representó esa suma sólo en este 2023.
-¿Su rival es Milei o Macri? ¿O los dos?
-Creo que el escenario político se volvió raro. De alguna manera, dirigentes que apoyaban a un candidato hasta el domingo ahora apoyan a otro hasta el lunes. Pactos a oscuras sin que los miembros de la misma coalición se enteraran, creo que todo eso la gente lo reprocha. Creo que lastimaron además la idea de lo que representaba Milei, esta cosa de novedosa o fresca, pactando entre gallos y medianoches un pacto electoral nuevo le quita aquella frescura y demuestra que aquello de la casta era un mensajito para Tik Tok, pero no un dato de la realidad.
-¿El dólar financiero como está ahora es de equilibrio?
-No. Está caro todavía. El año que viene la Argentina tendrá aumento de las exportaciones porque no hay sequía. Eso nos costó una pérdida de U$S 21.000 millones. El comercio exterior seguirá creciendo porque las PyME exportadoras no van a pagar impuestos internos a las exportaciones y eso para Tucumán es un dato clave, porque el cambia la ecuación a las empresas exportadores que, a su vez, tienen una diversificación de destino fenomenal. Las economías regionales no van a pagar retenciones y van a mejorar sus exportaciones. La minería pasa en 2023 a saldo positivo y la energía también, en el que el saldo positivo del gas pasa en U$S 7.000 millones. La Argentina el año que viene va a tener una revalorización de su moneda.
-¿Esto quiere decir que se va a abaratar el precio del dólar en el mercado?
-Claro.
-¿El escenario cambiario marca una apreciación mayor de las divisas extranjeras que de la moneda nacional?
-El problema es que en ese concepto no se toma en cuenta los U$S 21.000 millones de la sequía; también los U$S12.000 millones de los vencimientos del pacto de Macri con el Fondo. No se toma en cuenta la caída de los mercados producto de lo que representó las guerras. La Argentina de este año, a diferencia de lo que sucederá en 2024, tiene U$S40.000 millones menos. Se consumieron más dólares de los que generó.
-Algunos gobernadores están preocupados por el impacto de las medidas adoptadas para subir el mínimo imponible de Ganancias o el compre sin IVA. ¿Habrá compensaciones?
-Preocupados no están. La compensación está planteada en el Presupuesto. Que haya 38.000 tucumanos que mañana (por hoy) vayan a cobrar entre $ 100.000 y $ 500.000 más porque no pagan el impuesto a las Ganancias le genera alegría a Osvaldo Jaldo, a Juan Manzur y a todos los gobernadores. Son un millón de argentinos que, desde mañana, van a pagar menos impuestos. Que haya 16,5 millones de argentinos, casi 738.000 tucumanos que hayan cobrado la devolución del IVA en la canasta de alimentos es un dato significativo. Están trabajadores privados, estatales, jubilados y monotributistas en ese universo. Tal vez eso no se ponga en valor por aquello de que un hecho tapa al otro.
-Pero si uno observa lo que pasa, por ejemplo, en las carnicerías con los precios y ahora con el combustible, es un problema de economía real…
-Si, esto también es de economía real de ponerle en el bolsillo de la gente entre $ 100.000 y $ 500.000 al dejar de pagar Ganancias, porque le cambia la ecuación con $ 18.800 a una familia que vive con una o dos jubilaciones; le cambia la economía. Son datos de la economía real también.
-¿Habrá devaluación?
-Este agite que hubo antes de la elección para meterle miedo a la gente, a mi lo que más me llamó la atención es que no leyeran cuál era el programa que la Argentina tenía firmado con el Fondo. O por ahí había mal fe para meter miedo y por eso se generó toda una situación que, además hoy tiene un absurdo, que es que los dólares financieros, que pagan impuestos, están más baratos que el blue, que no paga impuestos. Básicamente porque aún hay sectores que apuestan a especular y no les importa lo que pasa en el medio con la gente. Ahora hay seis detenidos. Yo prefiero perder la elección, pero metiendo presos a los que especulan con el ahorro de los argentinos.
-¿No habrá devaluación?
-No, porque tenemos un acuerdo con el FMI que cumplir. En la campaña no se habla del Fondo, ¿vio? Porque a Milei y a Macri no les conviene. Una asistencia de U$S 45.000 millones que no las vemos en rutas, ni en escuelas, ni en hospitales. Tampoco en trenes, aguas y cloacas. ¿Sabe dónde están? Según el informe del FMI y de la Auditoría General de la Nación, que controla la oposición, en las cuentas de fondos de inversión que estaban timbeando en la Argentina. Esa es la verdad. Desgraciadamente es la verdad dolorosa que nos toca afrontar. Y entiendo que es un tema incomodo, que le cuesta hablar a la oposición, pero hay que ser objetivos porque este año estamos pagando U$S 12.000 millones de la deuda que nos dejó Macri, que no está en rutas, hospitales, sueldos de los docentes o en el bolsillo de los trabajadores. Está en las cuentas de fondos de inversión que timbearon en la Argentina.
-Milei implica una dolarización, ¿qué ofrece Massa a los argentinos?
-Es muy raro, ¿no? Una dolarización sin pedir permiso a los dueños de los dólares es como que yo use su auto si pedirle permiso a usted. ¿Escuchó al Tesoro de Estados Unidos habilitar al Congreso de ese país? En 20 días, la Argentina define su futuro para los próximos cuatro años. Puedo cometer errores, pero también puedo tener aciertos, pero trabajo todos los días para que a la Argentina le vaya mejor. Lo otro es un salto al vacío. Y creo que, a medida que pasan los días, aparecen el desdecirse y las incongruencias de los que no tienen un proyecto de país. Yo tengo en claro qué hacer con el Norte Argentino; tengo en claro qué representa eliminar cuestiones impositivas, poner en vigencia el 814 para radicación de industrias; tengo en claro qué es el corredor bioceánico; tengo en claro qué representa para el norte argentino tener agua y cloacas porque aún tenemos 1,8 millón de habitantes que no tienen esos servicios y que tienen prestaciones básicas insatisfechas. ¿Escucharon propuestas en ese sentido del otro lado? Sólo escuché gritos destemplados; escuché promesas extravagantes y mucho odio. Tuve la suerte de recorrer todas las funciones. Esto de pelear la presidencia en un contexto tan difícil parecía una utopía, pero soy de los que, cuando la Argentina tiene problemas, no se mete debajo de la mesa; da el paso al frente. Soy de los que tienen capacidad de dialogar con todos, aunque me critiquen como lo hicieron propios y extraños. Por eso convoco para el 10 de diciembre a un gobierno de unidad nacional para construir una nueva etapa. El 9 de diciembre termina una etapa que, además, tiene mucho de frustración para los argentinos. El 10 de diciembre empieza mi gobierno y, en todo caso, por la parte que a mí me toca, pido disculpas. Creo que hay otros que hablan en los medios sin hacerse cargo de sus errores y eso es grave, porque quien no tiene capacidad de reconocerlos, difícilmente pueda corregirlos.